La laguna Huaypo, esta ubicada a 3507 metros sobre el nivel de mar, al noreste de la ciudad del cusco, en el corazón del valle sagrado de los Incas, en la provincia de Anta, localidad de Chacan y al lado oeste del distrito de Chinchero, rodeada por las montañas de Salkantay, Verónica y Soray; Huaypo acoge una gran variedad de peces como pejerrey, truchas y aves, en la actualidad se realizan actividades turísticas de aventura y naturaleza.
La laguna Huaypo es el escenario perfecto para tus
fotografías, pues tiene aguas cristalinas que contrastan con el hermoso paisaje
que lo rodea, los campos, las montañas, etc. Es un lugar lleno de energía y a la
vez misterios;
pues se cuenta que cada noche de luna llena esta se refleja en las aguas y se
puede ver una antigua ciudadela llena de luces en lo profundo de sus aguas.Es
un lugar ideal para acampar y pasar un fin de semana compañía de familia y
amigos. Pero ahí no queda todo. Recuerda que
debes abordar los botes
estacionados en la orilla. Una vez a bordo, Avelino, guía
local, u otro compañero será el encargado de explicarte el procedimiento de la pesca artesanal. Y es que sobre estas aguas, además
de practicar kayak, los
viajeros también hacen de cazadores e intentar cazar su propio almuerzo.
Ahora aprovecha la tranquilidad de las aguas del lago Huaypo, mira al firmamento limpio y dale un profundo respiro. ¿Lo sientes? Es esa desconexión total que te libera de la agitada vida laboral o tensiones del estudio. Aquí en Chacán encontrarás un solo tipo de wifi: el que te conecta con la naturaleza. Disfrútalo.
Pues
hace muchísimos años –refresca la memoria Leucadia Justiniana– el lago era una ciudad
donde vivía gente
adinerada. Una vez, los habitantes celebraban una boda excesivamente
rica. Había de todo. De pronto, un anciano que deambulaba por allí, se acercó a
la ceremonia mendigando comida. Le negaron más de una vez. Menos la
cocinera que se apiadó él. En castigo, el longevo lanzó su ira sobre aquel pueblo y en agradecimiento,
dejó que la generosa
mujer escapara con su pequeño.
La
historia no termino bien para la amable cocinera quien no pudo contener su
curiosidad. Al voltear se convirtió en un dos por tres en piedra. Y así quedó
la ñusta encantada,
cuya mirada se pierde en la laguna de Huaypo que alguna vez fue poblada.